Las mujeres sí pueden quedar embarazadas cuando están dando pecho a su bebé, a pesar del mito urbano de que esto no ocurre. La lactancia por sí sola no es un método anticonceptivo y, el hecho de que aún no ocurra un periodo menstrual luego del parto, tampoco significa que es imposible quedar embarazada.
Hay muchos casos en que una mujer que amamanta a su hijo, queda embarazada nuevamente. Durante este periodo de gestación, la madre se preguntará si puede/quiere/debe continuar dando pecho a su hijo mayor. Además, luego del nacimiento del segundo bebé se enfrentará con la situación de tener a dos hijos lactantes.
¿Cómo manejar la lactancia en tándem? ¿El mayor le quita leche al menor? ¿Es mejor destetar? En este artículo te ayudamos a aclarar algunas dudas que podrías tener.
Lactancia y embarazo
Primero que todo, se debe aclarar que una mujer embarazada sí puede amamantar. Esto no perjudica la salud del bebé en gestación. La lactancia en tándem no altera al bebé por nacer ni la alimentación de este cuando la comparta con su hermano.
Sin embargo, es posible que el bebé mayor quiera destetar, ya que puede que la producción de leche durante el embarazo disminuya. Esto sucederá de modo natural, no se recomienda forzar el destete de modo anticipado.
En caso de que el embarazo sea de riesgo y se presentara una amenaza de aborto, es probable que el médico recomiende suspender la lactancia materna al hijo mayor, ya que la liberación de oxitocina luego de una toma del bebé podría provocar contracciones uterinas.
Algunos aspectos a considerar son:
- Dolor de mamas: durante el embarazo la mujer experimenta cambios de tamaño y mayor sensibilidad en sus pechos. Lo anterior sumado a tener un bebé que amamanta puede provocar molestias y dolor durante las tomas.
- La succión del hermano mayor ayuda a una rápida subida/bajada de la leche, por lo que el recién nacido perderá menos peso que lo común.
- Un pecho succionado de modo constante se vacía más fácilmente, lo que ayuda al recién nacido que está aprendiendo a mamar.
- La producción de hormonas propias del embarazo puede cambiar el sabor de la leche, lo que podría producir un destete natural del hermano mayor.
- Luego del parto, se producirá el calostro ("oro líquido" para un recién nacido).
Como vimos, la madre no debe dejar de amamantar al hijo mayor cuando queda embarazada. Sin embargo, en la mayoría de los casos se produce un destete natural debido a los cambios en la producción, sabor y textura de la leche materna durante la gestación y luego del parto.
Amamantar a dos
En los casos en que el hermano mayor no destetó durante el embarazo, la madre se enfrenta ante el desafío de amamantar a dos bebés de modo simultáneo.
Es importante aclarar lo siguiente:
- La leche se modificará en base a las necesidades del recién nacido, priorizando siempre los nutrientes para su desarrollo.
- Esta leche no es perjudicial para el hermano mayor.
- La producción se adecuará para abastecer a ambos: mayor succión y demanda, mayor oferta.
- El hermano mayor no “le roba” leche al hermano chico. De hecho, este gana peso más rápidamente.
- La lactancia en tándem no supone el contagio de infecciones entre un hermano y el otro, al contrario, el pequeño recibirá inmunidad no solo de la madre sino del hermano mayor. Si uno de los hermanos se enferma, no es necesario destetar.
No hay reglas para la lactancia en tándem: puedes asignarle un pecho a cada niño, darles por turnos o de modo simultáneo, etc. Sigue tus instintos y hazlo como más te acomode ¡Confía en tu cuerpo y la naturaleza! Tus hijos son sabios. Si es necesario que el mayor destete, lo hará de modo natural.
Preguntas Frecuentes
¿Cuáles son las mayores dificultades que se encuentran las madres para poder practicar una lactancia en tándem?
Desde la experiencia de Inma Mellado, IBCLC y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna (ILCA), la mayor dificultad que encuentran las madres que desean amamantar en tándem es la presión social. “Incluso madres que están disfrutando de esta experiencia ven ensombrecido dicho disfrute por las críticas que reciben”, señala.
Añade Myriam Triana Junco, pediatra-neonatóloga, IBCLC y autora del blog A demanda, que en lactancia aún tenemos mucho que aprender: “Desgraciadamente, todavía no está en absoluto normalizada la mal llamada “lactancia prolongada” ni mucho menos la lactancia en tándem. Sí creo que en la última década estamos tomando poco a poco más consciencia de la importancia de amamantar y de sus beneficios; cada vez veo más familias interesadas y más madres que llevan su lactancia más allá de lo “socialmente” aceptado”. Ocurre que en España no hay un sistema oficial de monitorización y seguimiento de la lactancia que permita a los profesionales analizar con exactitud la práctica de la lactancia materna pero según señala Myriam Triana “los casos de lactancia en tándem son probablemente muy pocos, no solo debido a la falta de apoyo y poca formación por parte de los profesionales, bajas insuficientes o poco soporte familiar, sino también a que de los niños que siguen mamando cuando su madre se embaraza, más de la mitad se destetan durante el embarazo, pues la producción de leche materna disminuye mucho”.
En cuanto a cuestiones técnicas, la práctica de lactancia en tándem, según Mellado, “las mayores dificultades surgen para encontrar la manera cómoda de amamantar a ambos hijos a la vez, del deseo de satisfacer las necesidades de ambos o las dudas por el bienestar del bebé más pequeño. Y en todas ellas, sobrevolando, las dudas del entorno, que muchas veces acaban haciendo dudar también a la madre que amamanta”.
¿Hay que tener alguna precaución o tomar algún tipo de medida cuando se está embarazada y se amamanta a otro niño?
Un estudio comparativo de la lactancia materna durante el embarazo realizado en 2012 analizó el impacto en los resultados maternos y neonatales. Los resultados sugieren que la lactancia materna durante el embarazo normal no aumenta las posibilidades de resultados adversos maternos y neonatales.
Según explica Inma Mellado, si no se trata de un embarazo de riesgo no hay ningún problema por continuar con la lactancia materna durante el embarazo. “Incluso en embarazos con ciertas complicaciones puede ser compatible la lactancia y el embarazo teniendo en cuenta cada circunstancia concreta. Son pocos los casos en los que realmente sería incompatible”, apunta. La aparición de sangrados vaginales o de contracciones uterinas dolorosas y activas durante la succión del bebé o que el cuello del útero esté acortado y empiece a dilatarse antes de que el embarazo llegue a término, pueden ser algunos de esos casos poco frecuentes.
Después, cuando llega el bebé, ¿en qué casos no es recomendable la lactancia en tándem?
Responde Alba Padró Arocas, que únicamente en caso de que la madre no lo quiera, o no lo vea como una opción. “Si tiene miedo, no le apetece o cree, a priori, que la situación le va a superar, quizá es mejor no intentarlo”. También añade circunstancias particulares como casos en los que la madre solo amamante de un pecho, “algo que puede dificultar el tándem”.
En el caso de la lactancia en tándem con un bebé y un niño más mayor, ¿la leche materna se adapta al bebé o al mayor?
“Desde el momento en que ocurre un nuevo embarazo, el cuerpo de la madre se enfoca en la nueva criatura. Tanto es así que desde las primeras semanas la madre puede experimentar sensaciones inesperadas como cierto rechazo a que su bebé mayor mame. La cantidad de leche que produce la madre también sufre un descenso especialmente a partir del segundo trimestre de embarazo y cuando se acerca el momento del parto la madre produce calostro, aunque hay ciertas evidencias de que puede ser más cuantioso y algo diferente del que segregaría si no estuviera amamantando a otro bebé”, explica Inma Mellado. Tras el nacimiento, según la IBCLC, ocurre lo mismo, la leche que hay está orientada a la supervivencia del más débil, que es el recién nacido, y por lo tanto la madre comenzará segregando calostro, leche de transición y después leche madura.
Aunque muchas mujeres se plantean la lactancia en tándem, lo cierto es que una vez llegado el momento deciden finalmente que la situación les supera: ¿se puede destetar al mayor mientras se continúa amamantando al pequeño?
Según Alba Padró Arocas, las pautas de destete son las mismas en todos los casos: “En caso de destetar al mayor en un destete en tándem lo que necesitamos es mucha ayuda de la familia. Los hermanos mayores suelen estar muy animados después del nacimiento de su hermano pequeño y al haber tanta leche para ellos es un festín, por lo que pueden estar más motivados para mamar, ¡y maman mucho! A veces más que el pequeño. Por esto es tan importante que la familia se pueda ocupar del hermano mayor, creando un calendario de actividades y diversión asegurada”.
En este proceso, explica Padró que cuando el niño mayor pida el pecho, se le puede dejar que mame unos minutos determinados y luego que un miembro de la familia (que puede ser la pareja) le proponga hacer algún tipo de actividad: jugar a algo que le guste, salir al parque, cocinar algo divertido... “El objetivo es intentar que el tiempo que pase en el pecho sea cada vez menor, reduciendo poco a poco los tiempos y facilitando así el proceso de destete”. Considera también que se puede reforzar todo esto con cuentos específicos para el destete y, por supuesto, siempre con mucha paciencia. “La paciencia es clave en estos momentos, al igual que la empatía hacia lo que está viviendo nuestro hijo: la llegada de un hermano o hermana, tener que compartir a mamá, dejar la teta...”, declara.
En el caso de que el pequeño no esté ganando peso: ¿Puede ocurrir en algún caso que sea consecuencia del tándem o realmente existen otros problemas para que esto ocurra?
“Lo más habitual es que en un tándem haya sobreproducción, que la mujer produzca leche para sus dos hijos en cantidades importantes”, cuenta Alba Padró. Si ocurre que hay un problema real de ganancia de peso, explica Padró que puede pasar que el pequeño tenga una succión débil o ineficaz, que esté muy dormido o poco activo y que esto haga que gane poco peso. “Si detectamos cuál el problema es importante solventar las dificultades lo antes posible, y esto no pasa siempre por destetar al mayor, ya que su succión nos ayuda a mantener al alza la producción de leche. Podremos extraer leche y ofrecérsela al pequeño mientras todo se va solucionando”, apunta.
¿Qué ventajas puede tener la lactancia en tándem para la madre y para sus criaturas?
Para Myriam Triana Junco la lactancia en tándem tiene una ventaja importante para la madre en el posparto y es que la ingurgitación es suavizada por el niño o niña mayor, que vacía muy bien el pecho. Además, considera que el inicio de la lactancia puede resultar más fácil.
En cuanto a los niños, señala la experta que los recién nacidos suelen perder menos peso tras en el nacimiento en los casos de lactancia en tándem y las crisis de crecimiento también parecen notarse menos en ellos pues “siempre hay leche disponible y la producción aumenta más rápido”. En cuanto al niño o niña mayor, Triana manifiesta que es habitual que quieran mamar casi siempre que lo hace el bebé como una forma de “sentirse cerca de su madre y de sentirse integrado”. Incluso a muchas madres la lactancia en tándem les sirve como una forma de evitar o apaciguar los celos entre hermanos. ¿La cara B? Que ese aumento de la frecuencia, que también ha apuntado Padró, suponga cierto agobio o rechazo para la madre que amamanta.
El niño o niña más mayor, ¿pueden tomar el calostro que llega después del parto?
El calostro ni es “malo” para el niño más mayor ni va a dejar al pequeño sin él, ya que habrá suficiente para ambos. Según explica Myriam Triana Junco, cuando la lactancia se continúa durante el embarazo se observa una bajada importante de la producción de leche en torno al tercer o cuarto mes (motivo por el cual muchos niños se destetan), y no parece ser hasta unos días antes del parto cuando aparece el calostro. “Se han realizado estudios analizando la composición del calostro de mujeres que no dieron el pecho durante el embarazo frente a otras que si lo hicieron y no hay diferencias en cuanto a su composición. Y por supuesto que el hermano mayor puede tomar el calostro, le aportará muchos beneficios (recordemos que el calostro tiene gran cantidad de inmunoglobulinas y a menudo nos referimos a él como la primera vacuna)”.
¿Cómo deben organizarse las tomas en el caso de que haya un bebé y un niño más mayor?
Uno de los miedos más habituales de las madres que realizan lactancia en tándem es que no produzcan suficiente leche para el recién nacido, pero esto no sucede. “El mayor no va a dejar sin calostro al más pequeño por mamar durante el embarazo ni tras el parto; y tampoco va a dejarle sin leche más adelante; más bien al revés, va a permitir que la cantidad de leche aumente rápidamente y el recién nacido tenga leche de sobra. A mayor estímulo, en este caso la succión, mayor producción”, insiste Myriam Triana Junco; quien añade que, no obstante, algunas madres deciden “organizar” las tomas, bien dejando un pecho para cada hermano –sin que esto sea un problema–, o bien ofrecen primero al bebé y luego al mayor para individualizar la atención.
¿Y la alimentación de la madre que amamanta en tándem? ¿Debe ser especial o distinta por esta circunstancia?
La alimentación de la madre que amamanta en tándem no difiere de la que amamanta a una sola criatura, de hecho, apenas difiere de la de cualquier otra mujer: una dieta saludable, sin que la lactancia implique ingerir raciones más abundantes o evitar algunos alimentos. Según recoge Julio Basulto, dietista-nutricionista, en Mamá come sano, conviene seguir una dieta sana para proteger nuestra salud y dar ejemplo a nuestros hijos pero la alimentación de la madre no interfiere en la composición de su leche. Hay otra cuestión: ¿se debe ingerir más cantidad de líquidos? Tampoco. Según un documento publicado por la OMS en 2001 titulado Healthy Eating During Pregnancy and Breastfeeding, las mujeres que amamantan deben beber la cantidad que necesitan para satisfacer su sed, igual que cualquier otra persona que no.
Fuente: El País. Water Wipes