Centro clandestino de rehabilitación desbaratado, 87 personas rescatadas en condiciones infrahumanas.

La Policía Federal Argentina desbarató un centro de rehabilitación para adicciones que funcionaba de manera clandestina en La Reja, rescatando a 87 personas en condiciones infrahumanas, incluyendo castigos corporales y privación de libertad.

Centro clandestino de rehabilitación desbaratado, 87 personas rescatadas en condiciones infrahumanas.

La Policía Federal Argentina (PFA) llevó a cabo un operativo en la localidad de La Reja, partido de Moreno, donde desbarató un centro de rehabilitación clandestino para adicciones. En el allanamiento, 87 personas fueron rescatadas, incluyendo 10 menores de edad que se encontraban en situación de vulnerabilidad y privación de libertad.

El centro, conocido como "Los Valientes", estaba en condiciones infrahumanas, con hacinamiento, encierro y privación de la libertad, y los internos eran tratados con castigos corporales, torturas y ataduras. Algunos de los castigos incluyen comer de pie, permanecer de pie mirando una pared durante mucho tiempo, recibir golpes y cortes en el cuerpo, y ser sumergidos en una pileta de agua. Además, los internos tenían un sistema jerárquico con cargos y sanciones aplicadas por los más antiguos, y los familiares solo podían verlos cada 21 días y con la presencia de los coordinadores del centro.

En el operativo, tres hombres fueron detenidos como presuntos responsables del centro clandestino, que no contaba con la habilitación necesaria y solo tenía tres profesionales para atender a una gran cantidad de pacientes, ninguno de ellos médico o psicólogo. Se incautaron teléfonos celulares, una computadora y historias clínicas.

Personal del Departamento Trata de Personas y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación también participaron en el procedimiento, brindando asistencia a las víctimas. Finalmente, los pacientes fueron liberados y dejaron el centro en compañía de sus familias.

Este allanamiento muestra una vez más la importancia de garantizar la seguridad y los derechos humanos de todas las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, y de asegurarse de que los centros de rehabilitación cumplan con los estándares necesarios para garantizar un tratamiento adecuado y respetuoso.