Este martes, Buena Esperanza, una localidad ubicada al sur de San Luis, se vio conmocionada por el suicidio de un joven. Derly González se roció con combustible y se incendió en el patio de su casa mientras su familia dormía. Las causas que todavía están en investigación y todo apunta a una “ciber extorsión”.
Días atrás, la familia de Derly ya había solicitado ayuda a la Policía cuando el joven había salido de su casa con una soga y no lograban dar con él. Ellos temían que se quitara la vida.
En aquel entonces, efectivos de la localidad lo encontraron y lo llevaron de vuelta a su domicilio.
Sin embargo, este martes por la madruga, cuando su familia dormía, el joven salió al patio, se roció con nafta y se prendió fuego, quitándose la vida.
Más allá de los intentos de auxilio de algunos vecinos de Buena Esperanza, nada pudo hacerse para evitar el desenlace fatal.
La hipótesis principal del caso.
El joven habría recibido varias amenazas en los días previos por parte de ciber-estafadores. Estos le advertían que lo denunciarían por intento de abuso de menores, ya que, supuestamente, había intercambiado fotografías eróticas con una menor que lo había contactado por las redes.
Las/los delincuentes le decían que eso no sucedería si les aportaba una importante suma de dinero, que comenzaba con 80 mil pesos y luego iba aumentando al progresar la extorsión.
“Esta actividad delictiva ha tenido varias víctimas en el último tiempo, quienes han sido estafadas económicamente. Pero este es el primer caso que se conoce que el engaño se cobra una víctima fatal”, describe Radio Open.
De hecho, en esta misma localidad se conocieron casos de personas que han sufrido este tipo de estafas que a veces no denuncian lo sucedido.
Cómo actúan los ciber-estafadores.
Todo comienza con supuestas conquistas virtuales a través de redes sociales. Se realizan intercambios de fotografías de contenido erótico que van subiendo de tono hasta que la víctima, una vez que da su teléfono, comienza a recibir mensajes de supuestos policías, abogados o gendarmes que le hacen creer que ha cometido un delito porque la persona con la que intercambió fotografías es menor de edad.
Allí comienza la extorsión, solicitándole dinero a cambio de no terminar en la cárcel.
“La trama esta tan bien armada. Las comunicaciones se realizan desde números que tienen fotos de perfil de personas con uniformes de la policía o hasta simulando ser de alguna dependencia judicial”, detalla el medio de Buena Esperanza.
Cómo sigue la causa.
Actualmente, el caso está en manos de la Fiscal de Abordaje de la segunda circunscripción judicial, Daniela Torres, quien aguarda que en las próximas horas llegue a Villa Mercedes el celular de la víctima para ser pesquisado.
Nota: VíaPaís