La enfermedad de mano, pie y boca es una infección viral común en niños menores de 5 años. Es causada por diferentes tipos de virus, pero el más común es el virus Coxsackie A16. También puede ser causada por el virus Enterovirus 71. La enfermedad se transmite a través del contacto con la saliva, las heces, las secreciones nasales y la ampollas de personas infectadas. La enfermedad no se transmite de animales a humanos.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad de mano, pie y boca suelen aparecer de 3 a 7 días después de la exposición al virus. Los síntomas incluyen:
- Fiebre: es el síntoma más común y suele durar entre 2 y 3 días.
- Dolor de garganta: puede ser leve o severo.
- Ampollas en la boca: pueden aparecer en la lengua, las encías y las mejillas. Estas ampollas pueden ser dolorosas y dificultar la alimentación.
- Ampollas en las manos y los pies: aparecen como pequeñas protuberancias rojas que se convierten en ampollas llenas de líquido. Estas ampollas pueden ser dolorosas y dificultar la capacidad del niño para caminar o usar las manos.
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago: puede presentarse diarrea y vómitos. * Erupciones cutáneas en otras partes del cuerpo.
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad de mano, pie y boca es sintomático. Es decir, se tratan los síntomas individuales del paciente en lugar de tratar la enfermedad en sí misma. El tratamiento puede incluir:
- Analgésicos: para reducir el dolor y la fiebre. Se recomienda usar paracetamol para controlar la fiebre en niños.
- Líquidos: es importante mantener al paciente hidratado para prevenir la deshidratación.
- Alimentación: si el paciente presenta ampollas dolorosas en la boca, es importante ofrecer alimentos suaves y fáciles de tragar para evitar la desnutrición.
En la mayoría de los casos, la enfermedad de mano, pie y boca se resuelve por sí sola en una semana o dos. Sin embargo, en casos graves, el paciente puede requerir hospitalización.
Prevención
La prevención de la enfermedad de mano, pie y boca implica tomar medidas para evitar la exposición al virus. Algunas medidas preventivas incluyen:
- Lavarse las manos con frecuencia: especialmente después de cambiar pañales o de estar en contacto con secreciones nasales o de la garganta.
- Evitar el contacto cercano con personas infectadas: es importante evitar compartir utensilios, tazas y objetos personales con personas infectadas.
- Desinfectar superficies: el virus puede sobrevivir en superficies durante varias horas, por lo que es importante desinfectar regularmente las superficies en la casa, jardín o en la guardería.
Es importante destacar que si un niño presenta cualquier síntoma de la enfermedad de mano, pie y boca, es fundamental que los padres o cuidadores busquen atención médica. El diagnóstico temprano puede ayudar a prevenir complicaciones y asegurar una recuperación más rápida.