El 26 de noviembre de 2021 se produjo en Santa Rosa, la capital de La Pampa, uno de los casos más impactantes de violencia doméstica en la región. El homicidio de Lucio Dupuy, un chico de cinco años, sacudió a la comunidad y ha dejado una huella indeleble en la memoria de todos los que conocieron la historia detrás de su muerte.
Según los testimonios recolectados en el juicio, Lucio Dupuy murió tras recibir castigos físicos y vejaciones por parte de su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez. Los dos imputados se encuentran actualmente a la espera de la sentencia en el juicio del caso, donde se ha descubierto un largo historial de violencia doméstica sobre este menor de edad.
Luego de haber atravesado las audiencias de testigos y los alegatos finales de las partes, el próximo 2 de febrero se conocerá el veredicto del Tribunal de Audiencias de Santa Rosa, integrado por los jueces Aníbal Olié, Alejandra Ongaro y Daniel Sáez Zamora. La naturaleza del homicidio, así como la constatación del maltrato sufrido por el niño, al que, según las pericias tecnológicas, Espósito Valenti y Páez consideraban como una “molestia” en su relación, llevan a que, en caso de confirmarse la calificación del crimen propuesta por los fiscales, se dictamine la pena perpetua para ambas imputadas.
En el caso de la madre biológica de Lucio, la acusación es por “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización con acceso carnal vía anal con un objeto agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años y todo como delito continuado en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía”. Para Páez, los cargos son los mismos salvo por el agravante vincular. De todos modos, la gravedad de los hechos hacen que, en caso de ser hallada culpable, se enfrente a la misma pena que Espósito Valenti. Al día de hoy, ambas están detenidas en el Complejo Penitenciario 1 de la ciudad de San Luis.
Las palabras de las acusadas antes del veredicto fueron conmovedoras, en el último día del juicio, Páez agarró el micrófono y afirmó:
Sé que él [por Lucio Dupuy] me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”. Antes de pronunciar esa frase, había dicho: “Todo lo que puedan decir de mí es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, y que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mí y a su mamá. Y también quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas. No sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza, y si no conté detalles es porque estoy muy traumada.
Por su parte, la madre de la víctima, Espósito Valenti, también acusada por el homicidio del menor, afirmó:
Se me critica a mí, pero no al progenitor, porque ‘padre’ le queda grande. A él [Christian Dupuy] se lo justifica todo y a mí no.
Este caso ha sido un duro golpe para la comunidad de Santa Rosa y ha dejado una gran preocupación por la violencia doméstica en la región. Es importante recordar que este tipo de violencia no solo afecta a la víctima directa, sino también a todos los que están cerca de ella y a la sociedad en general. Es crucial tomar medidas y prevenir este tipo de actos, y trabajar juntos para crear un entorno más seguro y justo para todos.