La peor pesadilla de Lucrecia Piñeiro comenzó el 22 de agosto de 2017 cuando regresó del trabajo para encontrar a su bebé de 3 meses, Pedrito, muerto en el hospital. Gonzalo Gambero, quien había estado cuidando al bebé, había llevado al niño al hospital después de despertar de una siesta con los labios morados y prácticamente inconsciente. Aunque no había signos externos de lesiones, los estudios revelaron un hematoma subdural, hemorragia de retina y edema cerebral en el cuerpo de Pedrito, lo que llevó a los asistentes sociales a sospechar de un caso de "síndrome de bebé sacudido".
La denuncia recayó en el fiscal Javier Di Santo, quien acusó a Gambero de lesiones graves repetidas y homicidio calificado por el vínculo. Después de dos meses en prisión, Gambero logró revertir su prisión preventiva. En 2018, el fiscal pidió la elevación a juicio, pero los defensores de Gambero solicitaron nuevas medidas de prueba y lograron un giro en el caso. En 2020, el juez Mariano Correa dictó una falta de mérito para Gambero y ordenó una investigación más profunda, no solo del padre sino también de la madre y la niñera.
Sin embargo, el 20 de septiembre de 2022, el fiscal Daniel Miralles, de la Fiscalía Número 4 de Turno de Río Cuarto, llegó a la misma conclusión que Di Santo y pidió que Gambero sea enviado a juicio por homicidio calificado por el vínculo, un delito que podría tener prisión perpetua.
Las pericias determinaron signos de lesiones anteriores causadas por zamarreos intensos y un aumento en el perímetro encefálico del niño. El testimonio del pediatra de Pedrito también fue determinante, ya que reveló que el niño estaba creciendo dentro de los parámetros esperados hasta su muerte súbita. Lucrecia quiere que este caso sea conocido y que la justicia ponga fecha al juicio, ya que considera que los abogados de su ex están dilatando el proceso.
Marcha y pedido de justicia
Para el jueves 16, Lucrecia convocó a una marcha pacífica para pedir “justicia por Pedrito” y que le den fecha de juicio para este año. La cita es a las 19.30 en la Plaza Roca, de Río Cuarto. “Me gustaría que el resto del país acompañe por Pedrito y todos los niños víctimas de violencia”, concluyó esperanzada de que su petición sea oída después de más de 5 años de lucha.