El trágico asesinato de Joaquín Sperani, un adolescente de 14 años, ha dejado a la comunidad de Laboulaye, una pequeña localidad al sur de Córdoba, en estado de conmoción. Mientras su mejor amigo, Leandro, permanece detenido como el principal sospechoso del crimen, han surgido nuevos indicios e hipótesis que arrojan luz sobre el caso.
La semana pasada, los padres de Joaquín presentaron una denuncia por su desaparición en la comisaría de Laboulaye. El joven no había regresado a casa después de asistir a clases en el Ipem Nº 278 "Malvinas Argentinas". Sin embargo, el domingo su cuerpo sin vida fue encontrado en una casa abandonada, a tan solo 100 metros de la escuela a la que asistía, lo que llevó a la detención de Leandro como sospechoso del homicidio.
"Desde chiquitos siempre fueron inseparables", expresó Sara, una vecina de la familia de Joaquín que salió a pedir justicia por el crimen del adolescente. Los dos chicos eran amigos desde los 8 años, cuando comenzaron el tercer grado. En el pueblo, los vecinos y allegados insisten en que la relación entre los dos adolescentes era intensa desde que eran muy pequeños. Además, entre los investigadores existen algunos indicios que sugieren una motivación relacionada con los celos, lo que habría desencadenado un ataque feroz e inesperado.
Según un informe publicado por Clarín, Joaquín practicaba taekwondo y en la autopsia no se encontraron signos de que se hubiera defendido durante el ataque. Otras fuentes de la investigación indican que el ataque fue por sorpresa, desde atrás, y que el primer golpe habría sido mortal.
A pesar de que el mejor amigo de Joaquín ha confesado ser el responsable, esto no es suficiente para concluir la investigación. Según Jorge Dedominici, periodista de Telediario Río Cuarto, "los fiscales ya tendrían resuelto el caso", aunque no se han brindado más detalles al respecto.
Una hipótesis que gana fuerza sugiere que una joven que era amiga de ambos chicos, pero tenía una relación más cercana con Joaquín, podría haber despertado los celos en Leandro. Mientras se determina la situación del acusado, quien se le atribuye haber propinado alrededor de 10 golpes contundentes que terminaron con la vida de Joaquín, ha sido trasladado al complejo Esperanza en la capital cordobesa.
En la escuela, se menciona la existencia de un trío de amistad conformado por Joaquín, su amigo confeso del crimen y una adolescente, también compañera de colegio. Los tres adolescentes solían caminar juntos por las calles de la ciudad del sur cordobés. "Estaban todo el tiempo juntos, separados casi siempre del resto de los chicos", dijo una vecina del pueblo.
Un dato relevante revelado por una autoridad educativa indica que varias semanas antes del crimen, Joaquín y su amigo comenzaron a sentarse separados en el aula, después de haber compartido banco a banco durante toda su vida. Algo parece haber ocurrido en las últimas semanas previas al asesinato, lo cual condujo a un desenlace abrupto y terrible. Será crucial determinar qué mensajes se borraron del celular de Joaquín, que fue confiscado al amigo, principal acusado del crimen.
Con base en estas pruebas y los elementos recolectados por la policía en el lugar del crimen, el juez Sebastián Moro deberá profundizar en las motivaciones del asesinato y determinar el tipo de tratamiento legal y psicológico que el adolescente trasladado al Complejo Esperanza, en la capital provincial, deberá enfrentar.
Fuente: A24.